El ataque de Magneto a Washington ha puesto a los mandamases de EEUU los testículos por corbata. El mismo presidente tubo que rogar por su vida. Para evitar que vuelva a pasar algo semejante han puesto en marcha un nuevo programa de supersoldado. Han multiplicado el presupuesto de SHIELD y sustituido al General Ross por el joven y ambicioso coronel Fury. Han contratado a supergenios como Hank Pym, Janet van Dyne, Bruce Banner y al mismísimo Tony Stark. Incluso pretenden contratar a un extraño personaje de ideología hippy y supuestamente mutante, un tal ¿Thor?, dice que se llama. El proyecto obtiene el definitivo apoyo social que necesitaba, y también cierta legitimidad moral cuando aparece en el polo norte el cuerpo congelado vivo del legendario, primero y único Capitán América. Así mientras Bruce Banner trata de descifrar los secretos del suero supersoldado original, Hank Pym desarrolla nuevos superpoderes y Tony Stark continúa desarrollando su armadura. Todo parece ir viento en popa.
Pasado el tiempo, el proyecto supersoldado demuestra ser monstruosamente caro y monstruosamente inútil. La gran campaña publicitaria con la que comenzó ha convertido un proyecto militar en un espectáculo de circo. Para colmo Banner ve como sus compañeros avanzan en sus investigaciones mientras el sigue empantanado. Sus jefes ya no confían en él, su novia amenaza con dejarle. Es en ése momento cuando descubre qué es lo que le faltaba a SHIELD, y a sí mismo...
La gran promesa de la guionística de los 90, Mark Millar, demuestra de qué es capaz, revolucionando todo lo que creíamos saber sobre los Vengadores, SHIELD, Hulk, Thor, y, ¿por qué no decirlo?, los superhéroes en general. Detrás de las posturitas, los trajecitos, y las frases de telenovela ("He venido a buscar justicia" chanchan) la verdadera verdad, el espectáculo, la hipocresía, de SHIELD, de los superhéroes, y de ésta, nuestra maravillosa sociedad de humo y espejismos que todos en nuestra sabiduría o ignorancia ayudamos a crear cada día. Leedlo, no os dejará indiferentes.
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